Felipe Andrés Castellanos Sánchez
Desde un punto de vista objetivo, el subvertising da impresionantes golpes a marcas internacionales, siendo consideradas como malas, explotadoras, creadoras de consumismo en la gente, etc.
Además, la creación de esas anti publicidades pensadas bajo las mismas técnicas publicitarias ataca con la misma arma con la que atacamos los publicistas.
Lo que no entiendo es cómo si estos subvertisings atacan mostrando lo injustos que son sus bienes y servicios, por ejemplo, Movistar y su subvertising de “Estáfame” conociendo la publicidad usando palabras como “llámame”. La conclusión y solución para este problema es simple: si bajo las tarifas con la que mis consumidores hablan, primero acabo con esas contra publicidades que dañan mi imagen frente a la gente y otras compañías; también crea una mejor competencia porque se pelean las tarifas más justas para los usuarios.
Para las empresas víctimas del subvertising que atacan diciendo que atentan contra el planeta, sería bueno crear un producto muy parecido al atacado, pero para eso informar esta nueva característica. En caso de no tener vuelta atrás, es mejor descontinuarlo y hacer un lanzamiento de otro.
En fin, las marcas más atacadas no deberían mantenerse quietas, como si no les importara, más bien deben crear estrategias porque ya saben que buscan o que no les gusta los futuros usuarios, muestra de ese disgusto son las piezas de subvertising. Solucionándolo ganamos todos porque las marcas generan competencia, los publicistas porque no alteran sus trabajos y los consumidores porque obtienen más beneficios y crean una reflexión frente a toda la publicidad que la bombardea desde todas partes.
Fotos de archivo particular: